No se puede fallar

En un mundo globalizado y bajo un entorno cada vez más competitivo, todo esfuerzo que se realice debe sumar: dar un mayor valor a nuestros clientes y/o bajar costos. ¿Cómo lograrlo?

  • Primero: Identificamos el proceso a mejorar y su indicador actual. Este puede ser en productividad, calidad, costo, plazo de entrega, seguridad, moral, ambiente, etc.:
  • Segundo: Definamos la herramienta de calidad que usaremos.
  • Tercero: Definida la herramienta, esta será útil en la medida que el equipo involucrado en su implementación desarrolle un pensamiento sistemático que considere, cómo se desarrollen las operaciones y analice la interacción con otros procesos y funciones.

El éxito se logrará en la medida que la planificación considere las revisiones y adecuación en función de los datos que se vayan obteniendo, para lo cual podemos utilizar el ciclo PHVA (Planear, Hacer, Verificar, Actuar).

Por ejemplo, utilizando “Just do it” debemos utilizar una planilla de plan de acción que incluyan responsables, plazos y verificaciones de la eficacia.

Al finalizar el nuevo escenario “To Be” se convierte en el “standard” formando parte de la gestión del conocimiento de la organización, logrando la organización mantener y/o aumentar su competitividad en el mercado.

Recordemos que la gestión de calidad es base de la ventaja competitiva de una organización.

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